En las principales urbes del gigante suramericano, en especial en esta capital y Sao Paulo, se desplegaron fuertes dispositivos de seguridad para evitar desmanes.
La página oficial de la Central Unitaria Trabajadores (CUT) indica que también habrá movilizaciones en el extranjero y en particular en Portugal, Alemania y Austria.
Detalla que, defendiendo, sobre todo, la democracia y los derechos de la clase trabajadora, los actos se coordinaron para mostrar y reforzar el descontento del pueblo brasileño con el mandatario bajo el lema: Fuera Bolsonaro.
Para enfrentar su autoritarismo y ‘luchar por más empleos, derechos, ingresos y contra los altos precios que erosionan el poder adquisitivo de la clase trabajadora’, denunció el presidente de la CUT, Sérgio Nobre.
Actualmente ‘el país tiene millones de hambrientos, 14,4 millones de parados y 43,5 millones sin derechos’, remarcó.
Desde diferentes sectores de la sociedad se alerta sobre el posible intento de partidarios de Bolsonaro de organizar una acción similar a la invasión del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero por parte de seguidores del expresidente Donald Trump, tras su derrota en las urnas.
Para más leña al fuego, el exmilitar afirmó el viernes que las movilizaciones serán un ultimátum a los jueces del Supremo Tribunal Federal que adoptaron decisiones inconstitucionales contra su gobierno.
La plataforma Derechos Ya, formada por 16 partidos políticos brasileños, rechazó las amenazas y llamó a estar vigilantes.
En una nota en defensa del orden democrático, Derechos Ya alerta que ‘la tradición constitucional brasileña, de controles y equilibrios capaces de hacer robusta nuestra joven democracia, está en riesgo para servir a un proyecto de orientación fascista, liderado por el propio jefe del Poder Ejecutivo’.
Indica que el gobernante intenta ‘rebelarse contra las decisiones legítimas del Poder Judicial y agitar a los seguidores contra el Supremo y sus ministros’.
Desde hace semanas, Bolsonaro abrió fuego contra la corte superior y el Tribunal Electoral después que estas instituciones abrieran investigaciones contra su persona y entorno, entre otras razones, por propalar informaciones falsas.
En este contexto, una carta firmada por expresidentes, parlamentarios y ministros de 26 países muestra preocupación por temores de asonada golpista.
Bolsonaro y sus aliados, incluyendo grupos supremacistas blancos, policías militares y agentes oficiales de todos los niveles de gobierno, preparan una ‘marcha nacional contra la Corte Suprema y el Congreso, generando el temor de un golpe de Estado contra la tercera democracia más grande del mundo’, advierte la misiva.
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