En declaraciones al portal de noticias Poder360, el también exministro de Defensa precisó que la diplomacia más afectada será con China, blanco de los discursos ideológicos de Bolsonaro.
‘Ciertamente, el dinero internacional tiene una sensibilidad extraordinaria. Nadie quiere invertir en Brasil. Se ve que los capitales huyen de Brasil y seguirán huyendo. Así que, para atraer mínimamente la inversión, vas a tener que hacer concesiones desproporcionadas’, señaló el diplomático.
Amorim teme asimismo la parálisis del Ejército ante una situación de caos por órdenes contradictorias entre los poderes, como el Supremo Tribunal Federal (STF) y el gobernante.
‘Cuando se trata de saber a quién obedecer en un choque de poderes, eso puede no ser tan obvio. Y como Bolsonaro siempre ha buscado anular a los militares y quitar, incluso, a los líderes militares que son más independientes, tengo ese temor’, admitió.
Para el exjefe de la diplomacia, las elecciones de 2022 tendrán un papel clave en la reducción de la polarización en el país si hay unidad en torno a otro candidato, sin especificar a qué candidatura se refería.
Vaticinó que el bolsonarismo (seguidores del exmilitar) ‘desaparecerá porque es un hecho muy fanático que se creó en un momento muy especial en Brasil’.
Calificó a Bolsonaro de ‘especie de virus oportunista dentro de una infección. Quien creó la infección fue la élite brasileña, la élite económica, política y mediática, para tener el poder solo para ellos’, recalcó.
En otro análisis difundido por una agencia noticiosa argentina, el excanciller comparó las amenazas de Bolsonaro a la Corte Suprema con las maniobras de lawfare (guerra jurídica) que apartaron del poder por un golpe parlamentario judicial a la expresidenta Dilma Rousseff y el encarcelamiento del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Acerca de las manifestaciones con tintes anticonstitucionales y antidemocráticos de ayer en Brasilia, comentó que ‘si Bolsonaro buscaba generar temor, eso no ocurrió’ y hubo una asistencia de público importante, pero no tan significativa: ‘muchos camioneros y gente vinculada al agronegocio’.
Bolsonaro ‘no causó una impresión muy grande, juega con el temor de un posible complot, pero no sé si tiene la fuerza para hacerlo’, remarcó Amorim, quien de todas formas no descarta ‘que pueda impulsar un golpe para sobrevivir, para evitar un impeachment (juicio político)’.
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