En la semana concluida el 3 de septiembre, las existencias de petróleo perdieron 1,5 millones de barriles y totalizaron 423,9 millones de toneles, cuando los analistas esperaban una merma de 4,6 millones de barriles.
También se redujeron los inventarios de gasolina en 7,2 millones de barriles hasta los 220 millones de toneles, frente a la prevista contracción de 3,4 millones de barriles.
Por su parte, las reservas de destilados —que incluyen combustible para calefacción y diesel— se redujeron en 3,1 millones de barriles hasta cuantificarse 133,6 millones de barriles, en tanto pronosticaban una pérdida de 2,6 millones de barriles, comunicó la oficina gubernamental.
En ese periodo, las importaciones netas de crudo en la nación norteña escalaron en 168 mil barriles por día.
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