Debido a la crisis sanitaria se transformaron los métodos de trabajo del mayor órgano de Naciones Unidas y se acudió a las tecnologías digitales para desarrollar reuniones y eventos, recordó el titular en conferencia de prensa.
La ONU en general no estaba preparada para enfrentar situaciones de emergencia como una pandemia y todavía urge crear más alternativas de cara a mantener su vitalidad ante cualquier disrupción, recalcó el diplomático turco.
Si bien la tecnología permitió continuar las labores, la interacción cara a cara es muy importante para la diplomacia y por eso la Asamblea mantuvo las reuniones presenciales, tomando todas las medidas de precaución necesarias, apuntó.
De hecho, detalló el titular, muchos líderes mundiales tienen la intención de asistir en persona al próximo debate de alto nivel de la Asamblea General en su 76 período de sesiones, a celebrarse próximamente.
Al respecto, señaló que será posible su presencia física en la sala, aunque se limitará la cantidad de personas que acceden al mismo tiempo al plenario.
Por otra parte, Bozkir llamó a empoderar más al organismo que reúnen a todos los Estados miembros de Naciones Unidas en igualdad de condiciones.
Asimismo, insistió en que el multilateralismo es la mejor opción para encontrar soluciones a los problemas mundiales, como es el caso de la pandemia, pero durante el último año algunos países apostaron por tomas acciones de forma unilateral.
En ese sentido, destacó que urge garantizar una distribución equitativa de las vacunas contra la Covid-19 en todo el mundo para finalmente poner fin a la crisis sanitaria.
Bozkir entregará el próximo 20 de septiembre la presidencia del mayor organismo de Naciones Unidas al ministro de Relaciones Exteriores de Maldivas, Abdulla Shahid.
Una de las máximas prioridades del futuro titular de la Asamblea General en su 76 período de sesiones será la recuperación de la pandemia de Covid-19, como aseguró tras su elección en junio pasado.
Del 20 al 28 de septiembre, sesionará el segmento de alto nivel del septuagésimo período de sesiones de la Asamblea, cita que por segunda ocasión estará marcada por la crisis sanitaria.
El año anterior, el segmento de alto nivel transcurrió en su mayoría de forma virtual ante las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19 en todo el orbe.
La edificación de la ONU abrió nuevamente en julio pasado, se levantaron los límites de ocupación diaria y pudieron volver a sus oficinas quienes estaban en teletrabajo.
Pero las máximas autoridades del organismo multilateral advirtieron que ese panorama podría modificarse en dependencia de la situación sanitaria en el país sede, Estados Unidos, y especialmente en la ciudad de Nueva York.
msm/ifb