De acuerdo con una nota de la cartera de Estado, existen indicios de riesgos, como atentados suicidas, en Indonesia, Filipinas, Singapur, Malasia, Tailandia y Myanmar.
No obstante, el aviso fue recibido con desconcierto en varias de esas naciones, que dijeron que no tenían conocimiento de tal amenaza, y pidieron detalles a Japón sobre la fuente de su información.
Por ejemplo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, Tanee Sangrat, declaró que no se reveló el origen de la advertencia y tampoco detalles para incluir a su país en ese llamado.
Las agencias de seguridad tailandesas no tienen información propia sobre una posible amenaza, dijo a su vez el vocero adjunto de la policía, Kissana Pathanacharoen.
Igualmente, el Departamento de Relaciones Exteriores de Filipinas expresó que no tenía conocimiento de ninguna información sobre un nivel elevado de amenaza, y lo mismo comunicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.
Algunos medios de prensa especulan que el peligro está relacionado con la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán y los desplazamientos de personas provocados en la región.
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