No veo ninguna lógica en sentarme a conversar con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, manifestó el político durante una entrevista con la radioemisora pública Kan.
Bennett justificó su decisión por la postura de la ANP de respaldar las investigaciones de la Corte Penal Internacional por los crímenes cometidos por Tel Aviv en la franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén oriental.
Además, acusó a Abbas de trasferir dinero a terroristas, término utilizado por las autoridades de este país para referirse a los milicianos que luchan contra la ocupación judía de las tierras palestinas.
‘Me opongo a un estado palestino (…) creo que sería un error terrible’, recalcó el jefe del partido ultraderechista Yamina, muy vinculado a los colonos judíos.
Mi perspectiva es muy empresarial. Si creamos más negocios, fortalecemos la economía y mejoramos las condiciones de vida para todos en Judea y Samaria (como los israelíes llaman a Cisjordania) eso sería mejor, comentó.
Durante su visita el pasado mes a Estados Unidos, Bennett dejó claro su rechazo a conversar con el liderazgo palestino y a la creación de un Estado para ese pueblo.
Una semana después, durante una videoconferencia con dirigentes de organizaciones judías norteamericanas, ratificó su posición.
La ministra del Interior y número dos de Yamina, Ayelet Shaked, descartó también ayer cualquier encuentro entre el Jefe de Gobierno y Abbas.
Por otra parte, Shaked aseguró en agosto que esa formación abandonará el Ejecutivo de coalición si el canciller Yair Lapid promueve la creación de un Estado palestino, cuando reemplace en el cargo al actual primer ministro en 2023 como parte de la rotación acordada.
‘No habrá un estado palestino en un gobierno en el que nosotros (Yamina) seamos parte’, subrayó entonces.
La comunidad internacional respalda la creación de un Estado palestino que incluya Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén oriental.
Esos territorios fueron ocupados por Israel durante la guerra de 1967 y desde entonces solo se retiró del enclave costero de Gaza, poblado por más de dos millones de personas, aunque mantiene un férreo bloqueo sobre la zona.
Según datos oficiales palestinos, las autoridades de Tel Aviv construyeron más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en la margen occidental y la zona este de Jerusalén desde 2004 y levantaron otros 139 puestos de avanzada para futuros asentamientos.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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