Esa entidad confirmó a la prensa local que primero recibió una denuncia el sábado pasado sobre la supuesta presencia de un explosivo en un avión con destino a Beijing y luego ayer le llegó otro reporte similar, pero en una nave dirigida a Shanghái.
Según aseguró, en ninguno de los casos hubo heridos, pero hasta ahora tampoco dieron con los responsables de las amenazas.
La policía añadió que ese tipo de acciones se considera un crimen y se castiga con altas multas y hasta cinco años en prisión.
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