En 2020 se notificaron más de 1,5 millones de casos en edad pediátrica con el virus SARS-CoV-2, causante de la infección; mientras en los nueve meses de este año, la cifra de nuevos contagios supera los 1,9 millones, informó la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
‘A medida que más adultos reciben sus vacunas contra la Covid-19, los niños –a quienes aún no se les administra en la mayoría de los países- representan un mayor porcentaje de hospitalizaciones e incluso de muertes por la enfermedad’, lamentó.
Esta situación epidemiológica perjudica también la salud de los menores de edad de otras formas; por ejemplo, en muchos países de América Latina y el Caribe los pequeños pierden chequeos médicos anuales y vacunas de rutina debido a las interrupciones generalizadas de los servicios de salud.
‘La mitad de los jóvenes ha experimentado un aumento del estrés o la ansiedad durante la pandemia, pero los servicios y el apoyo de salud mental siguen estando fuera del alcance de muchos’, señaló.
A su vez, los confinamientos y las perturbaciones económicas han aumentado el riesgo de violencia doméstica; por lo cual, en ocasiones el hogar se convierte en un lugar inseguro para muchos niños, niñas y adolescentes.
En ese sentido, la doctora Etienne resaltó el papel de las escuelas como ese espacio donde los más jóvenes socializan, pueden recibir apoyo de salud mental y una comida nutritiva.
‘Ahora es el momento de que los ministerios de salud, educación y protección social trabajen juntos y diseñen políticas integradas para poner a los menores de edad y sus familias en primer lugar’, puntualizó la directora de la OPS.
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