En una valoración sobre la posibilidad de abordar la pobreza y la desigualdad a partir del empleo de recursos naturales, el PNUD aseguró que el continente africano tiene un vasto potencial en gran medida no aprovechado, que podría impulsar el crecimiento económico y beneficiar a millones de personas.
Significó que en la región del Sahel, 169 millones de personas no tienen electricidad y ninguno de los 10 países de esa zona tiene una tasa superior al 43 por ciento en lo que atañe a las cocinas no contaminantes.
A ello se suma que en el África subsahariana, el 52 por ciento de la población carece de electricidad, por lo que el PNUD prevé llevar electricidad limpia a 1,1 millones de habitantes y un millón de equipos de cocción con tecnología limpia en los próximos cinco años.
En esos esfuerzos 17 organismos de las Naciones Unidas han aunado fuerzas en el marco de la Estrategia Integrada de las Naciones Unidas para el Sahel.
Otra iniciativa, el Programa de Minirredes de África promueve el uso de energía renovable en 18 países, mediante planes de electrificación sin conexión a la red de la región con un potencial para llegar a 302 millones de los 789 millones de personas que carecen de electricidad en todo el mundo.
Según las previsiones, la pobreza energética y sus consecuencias para las economías locales y el desarrollo social seguirán siendo el reto prevalente en África hasta 2030.
De ahi que respaldar el crecimiento con energías renovables es visto como viable para ese continente en materia de creación de empleo, el establecimiento de nuevos sectores industriales, un mayor acceso a la seguridad energética mejorada y estabilidad económica a largo plazo.
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