La Comisión Arancelaria del Consejo de Estado (Gabinete) dijo que la medida entrará en vigor el mañana, regirá hasta el 16 de abril de 2022 y beneficiará alimentos como las carnes de cerdo, aves y vacuno, los mariscos, la soja, artículos de la industria automotriz, whisky, petróleo y químicos.
En los últimos años China optó varias veces por esta decisión en un esfuerzo por relajar las fricciones y ampliar la cooperación con Washington, cuyo anterior gobierno declaró una guerra comercial.
Más temprano este jueves, su Ministerio de Comercio alertó a la Casa Blanca que las acciones proteccionistas no son buenas para los vínculos entre ambas potencias ni para la recuperación de la economía global.
De esa manera, respondió a reportes de una posible investigación que prepara la administración del presidente norteamericano, Joe Biden, sobre los subsidios chinos. Estados Unidos desarrolló en 2018 una pesquisa similar y condujo a un conflicto tarifario que solo vio una tregua con la firma a principios de 2020 de la fase inicial de un acuerdo entre las partes. En ese texto los dos países establecieron obligaciones y mecanismos para manejar diferencias respecto a la propiedad intelectual, alimentos y productos agrícolas, impulso del comercio, finanzas, moneda y transparencia, transferencia forzada de tecnología, evaluación bilateral y resolución de disputas.
Resaltó el compromiso de China a hacer importaciones desde Estados Unidos por 200 mil millones de dólares de productos agrícolas y del mar, bienes manufacturados como aeronaves, maquinaria y acero, y artículos del sector energético.
También la prohibición y las sanciones al robo de secretos comerciales y cibernéticos, así como las medidas contra todo tipo de falsificación, piratería y violaciones a los derechos de autor.
Entre otras cuestiones, ambas naciones aceptaron que una puede denunciar a la otra si considera que no respeta lo pactado. De no llegar a un consenso, la queja podrá llegar hasta las máximas autoridades.
Pero no deben aplicarse represalias si se considera que es hecha de ‘buena fe’ y sí podrían abandonar el convenio en caso contrario.
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