Según la revista científica Science Bulletin fueron cinco marcas de manos e igual número de pisadas que por su tamaño parecen ser impresas por dos niños, y las mismas aparecieron en una piedra en lo alto de la meseta del Tíbet, en la localidad china de Quesang.
En opinión de los especialistas ‘las huellas no se marcaron de forma casual, sino que presentan un carácter de creación deliberada, por lo que los científicos sostienen que podría tratarse de una manifestación temprana de arte parietal, realizado directamente sobre grandes superficies de piedra’.
Existe la posibilidad de que se trate de un acto de Homo sapiens, pero también pudieron ser un grupo de humanos arcaicos conocidos como denisovanos.
La piedra donde se hallaron las huellas tiene una antigüedad de entre 169 mil y 226 mil años, lo que convertiría al yacimiento en el ejemplo más antiguo de este tipo de arte.
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