Al interior del Gobierno de coalición hay discrepancias y en el entorno de la Feria del Libro de Madrid, con Colombia como país invitado, se desarrollaron manifestaciones de repudio a Duque.
No solo por las constantes violaciones de los derechos humanos, los asesinatos selectivos a líderes sindicales e indígenas, y su renuencia a respetar acuerdos de paz con la guerrilla.
También el foco de las critica apunta a que la administración de Duque eliminó de la lista de escritores invitados a varias de las figuras más connotadas de las letras en el país sudamericano por sus ideas políticas.
Unidas Podemos, el grupo más a la izquierda en el Gobierno del socialista Pedro Sánchez, organizó este miércoles en el Congreso de los Diputados una jornada sobre la ‘gravísima crisis política y de derechos sociales’ en Colombia.
Fueron lanzadas duras críticas a ‘la violencia y la brutal represión’ de las protestas iniciadas en abril en el marco del Paro Nacional que dejaron al menos 51 fallecidos, más de mil heridos y cientos de desaparecidos.
La responsable del área Internacional de Podemos y eurodiputada, Idoia Villanueva, subrayó que su partido es contrario a conceder ninguna medalla de una orden del Rey, ‘a aquel que impuso el manto de la impunidad mientras asesinaban a su pueblo’.
Se trata de la Orden de Isabel la Católica, la cual premia aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, algo que rechazan los críticos del mandatario de Colombia.
Precisamente durante la Feria del Libro de Madrid, el expresidente Juan Manuel Santos y la excandidata a la primera magistratura de Bogotá Ingrid Betancourt, lamentaron la hostilidad del Gobierno de Duque ante un acuerdo de paz.
Santos, que fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz por sus gestiones para lograr el acuerdo con la guerrilla de las FARC, rechazó que se quiera destrozar uno de los actos más trascendentales en la historia de Colombia.
Los dos autores del libro Una conversación pendiente, señalaron las recientes protestas contra Duque como un trasfondo de malestar popular y una agudización de la polarización que ha generado su política.
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