Lacalle viajará en la jornada a México, que albergará el 18 de septiembre la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a la que confirmaron su asistencia 31 países y 17 Jefes de Estado.
El mandatario anfitrión, Andrés Manuel López Obrador, llamó en julio pasado a sustituir a la OEA por un organismo ‘no lacayo’ en una diáfana posición contra la hegemonía regional de Estados Unidos.
Tal planteamiento encontró eco en su par de Bolivia, Luis Arce, cuyos compatriotas experimentaron la represión desatada tras el golpe de Estado de diciembre de 2019 que contó con la complicidad activa del secretario general de la organización con sede en Washington, el uruguayo Luis Almagro.
Pese a esa denunciada conducta injerencista, después de su investidura como presidente, en marzo de 2020, Lacalle priorizó a la OEA como ámbito orgánico internacional de política exterior del Gobierno.
Además instruyó más tarde respaldar la reelección de Almagro en el cargo para nuevo mandato de cinco años.
Otros actos diplomáticos definitorios fueron la retirada del Mecanismo de Montevideo, para propiciar un diálogo pacífico en el conflicto en Venezuela, y la adopción en su lugar del mismo discurso hostil del secretario general de la OEA, hacia el país bolivariano.
Asimismo, despertó críticas el voto de Uruguay a favor del candidato del entonces presidente estadounidense Donald Trump para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo, Maurice Claver-Carone, rompiendo la tradición de reservar esa posición a un latinoamericano.
Con posterioridad a la cumbre de Celac, el presidente uruguayo participará también, en compañía del canciller Francisco Bustillo, en el período 76 de la Asamblea General de Naciones Unidas del 21 al 24 de septiembre.
Este será su tercer viaje internacional después de una reunión con su par Jair Bolsonaro en Brasilia, en febrero, y un encuentro con el mandatario argentino, Alberto Fernández, en Buenos Aíres, en agosto.
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