Realizado por el Instituto Yusof Ishak (Iseas), el estudio reveló que la inquietud por tales fenómenos en la región es comparable a la provocada por la Covid-19.
La mayoría de los encuestados en Laos, Malasia y Tailandia se mostraron más preocupados por las secuelas del cambio climático que por la pandemia.
En Indonesia, Filipinas y Singapur, la pérdida de biodiversidad dya no es el principal desvelo de los ciudadanos, pues ahora los inquietan ás las inundaciones causadas por las lluvias y los subsecuentes deslizamientos de tierra. Los indonesios y los malasios, además, confesaron una creciente preocupación por las tormentas tropicales.
De modo general, los consultados por la Encuesta Perspectivas Climáticas del Sudeste Asiático consideraron al cambio climático una amenaza grave e inmediata cuyo enfrentamiento por parte de los gobiernos deja bastante que desear.
En su percepción, la Unión Europea ha demostrado el liderazgo más sólido en ese sentido y desearon que el bloque, Japón y Estados Unidos desempeñen un papel más activo al compartir sus experiencias en el enfrentamiento a aquel fenómeno de escala global.
Un reciente estudio del instituto británico Deloitte concluyó que el sudeste asiático debe actuar sin demora para evitar la pérdida de 28 mil millones de dólares en potencial económico durante los próximos 50 años debido al cambio climático.
La región apenas tiene una década para responder el problema si quiere evitar un desastre irreversible y que obviamente no solo repercutirá sobre la economía, alertó.
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