No es algo nuevo, pero existen evidencias que de utilizarse desde el comienzo de la dolencia este método puede evitarse la ventilación mecánica y hasta la muerte, puntualiza la revista Journal of Clinical Investigation.
Según los resultados del estudio, el uso de plasma de convalecientes podría tener utilidad en pacientes ingresados en los primeros días desde el inicio de los síntomas y que no desarrollen anticuerpos.
En este subgrupo de personas, siempre que se utilice antes de que desarrollen enfermedad grave, permite evitar el empeoramiento, la necesidad de intubar al contagiado y reducir el riesgo de fallecimiento.
Los resultados de mejora -subrayan los expertos- aparecen ya a los 14 días del tratamiento y alcanzan la significación estadística a los 28 días.
Este tratamiento consiste en una transfusión al paciente infectado con plasma de la sangre de personas recuperadas del Covid-19.
Desde el punto de vista biológico se sustenta en la transmisión de anticuerpos, enfatiza la fuente.
Los resultados de la investigación son importantes porque permiten identificar el grupo de pacientes en quienes el uso precoz de plasma cambia de forma relevante el pronóstico de la enfermedad.
Asimismo, hace posible dirigir de forma segura la utilización de esta alternativa terapéutica, que no es efectiva, ni recomendable para todos los contagiados.
Los científicos advirtieron que el plasma no debe utilizarse de forma indiscriminada, y de usarse debe provenir de una recolección bien organizada.
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