El ministro de Riego y Recursos Hídricos, Mohamed Abdel Ati, afirmó en un comunicado que esta nación árabe es una de las más afectadas a nivel mundial por el aumento de la temperatura.
Según el texto, el funcionario hizo esas declaraciones durante un encuentro con Ayat Soliman, director del Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial para la región de Medio Oriente y África del Norte.
El ministro destacó el efecto negativo de estos fenómenos en los recursos hídricos, la agricultura, la seguridad alimentaria, la energía y la salud.
Ante esa situación aseguró que el país trabaja para convertirse en un ejemplo de desarrollo verde a fin de enfrentar los desafíos y contener el impacto del cambio climático.
El pasado mes Ati advirtió que Egipto tiene una disponibilidad hídrica de 60 mil millones de metros cúbicos (bmc) anual, pero sus necesidades se sitúan en torno a los 114 bcm.
En este sector nos enfrentamos a múltiples desafíos, pero los más importantes son la superpoblación y los limitados recursos acuíferos disponibles, afirmó entonces.
Como parte de la estrategia nacional, las autoridades construyen en la actualidad 14 plantas desalinizadoras para utilizar el agua de mar.
Con un costo de 618 millones de dólares, las instalaciones tendrán una capacidad total de 476 mil metros cúbicos diarios y están ubicadas en las gobernaciones de Marsa Matrouh, Mar Rojo, Sinaí del Norte, Sinaí del Sur, Port Said, Daqahliya, Suez y Alejandría.
Una vez inauguradas, el número de plantas desalinizadoras en esta nación norafricana sumarán 90 con una capacidad total de 1,3 millones de metros cúbicos diarios.
El río Nilo, el segundo más largo del mundo, suministra a los egipcios cerca del 90 por ciento del agua utilizada para el consumo humano, la agricultura y la industria.
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