Los agentes de la segunda ciudad más grande del país usaron gas pimienta e hicieron más de 200 arrestos mientras varios cientos de asistentes desobedecían las órdenes de quedarse en casa y marchaban por un suburbio del centro.
La reunión ilegal tuvo lugar cuando la ciudad sufre su sexto cierre desde que comenzó la pandemia.
Según la policía, seis agentes fueron trasladados al hospital después de que les dispararan proyectiles y los pisotearan en enfrentamientos con una multitud de unas 700 personas.
El comandante de la policía en el estado de Victoria, Mark Gallito, denunció que los manifestantes no protestaban por las libertades, sino simplemente para enfrentarse y pelear con las fuerzas del orden.
Las autoridades intentaron reducir el acceso al centro de la ciudad, bloqueando carreteras y deteniendo el transporte público, en un intento por evitar que se repitieran las escenas violentas en un mitin que atrajo a miles el mes pasado.
Sin embargo, los manifestantes cambiaron a última hora el lugar donde saldrían a marchar, y fue inevitable el enfrentamiento.
Medios de prensa aseguran que un gran número de policías logró disuadir una reunión similar en Sydney.
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