Según informó este domingo el diario británico The Telegraph, el Aukus, como le se conoce a la flamante alianza militar, fue sellado por los tres primeros países a espaldas de los franceses durante la cumbre del Grupo de los Siete celebrada en junio pasado en Cornualles, Inglaterra.
El periódico aseguró que tras discutir los detalles de la alianza, todos los documentos fueron clasificados como ‘top secret’ (ultrasecretos).
La consumación del pacto fue anunciada a bombo y platillo y de forma simultánea el miércoles pasado por el presidente Joe Biden desde la Casa Blanca, y por los primeros ministros Boris Johnson y Scott Morrison, desde Londres y Canberra, respectivamente.
De acuerdo con los tres líderes, el Aukus, que dejó a Francia sin el contrato por valor de 66 mil millones de dólares para el suministro de una docena de submarinos convenciones a Australia, tiene como objetivo contrarrestar la influencia de China en la región de Asia y el Pacífico.
En virtud de pacto, los australianos recibirán ahora una flota de sumergibles de propulsión nuclear equipados con tecnología norteamericana y británica.
El malestar de los franceses llegó al extremo de llamar a consulta a sus embajadores en Washington y Canberra, y si no hicieron lo mismo con su representante en Londres fue para hacer ver mal a los británicos.
Conocemos su oportunismo permanente. El Reino Unido en este asunto es un poco como el último de la fila, ironizó el canciller francés, Jean-Yves Le Drian cuando le preguntaron este fin de semana sobre la razón para no convocar al diplomático.
Pese al enojo de Francia por lo que calificó de ‘traición’ y ‘puñalada por la espalda’, y la advertencia de China de que el Aukus pone en riesgo la seguridad en la región, el gobierno británico defendió este domingo por medio de su nueva canciller, Liz Truss, la decisión de aliarse con los estadounidenses y australianos.
En un artículo de opinión publicado en The Telegrapgh, Truss afirmó que el pacto militar demuestra la disposición del Reino Unido posBrexit de defender sus intereses y enfrentar ‘actos malignos’ y ‘prácticas deshonestas’.
Para la coalición pacifista británica se trata, sin embargo, de un paso innecesario y peligroso que solo provocará una escalada de la guerra fría con China y alimentará la carrera armamentista nuclear.
El Aukus y todas sus implicaciones será uno de los temas a abordar en los encuentros bilaterales que mantendrán los mandatarios de los países implicados durante la sesión de la Asamblea General de la ONU esta semana en Nueva York.
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