Como ya es tradición, el primero en intervenir en el plenario será el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, cuya comparecencia física en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, está rodeada de una fuerte controversia, entre otras razones, por su negativa rotunda a vacunarse contra la Covid-19.
Tras la intervención del brasileño, le tocará el turno al dignatario estadounidense, Joe Biden, quien ya se reunió la víspera con el secretario general de la ONU, António Guterres.
También asistirán al salón de la Asamblea General para ofrecer sus discursos varios presidentes de América Latina y el Caribe como el de Perú, Pedro Castillo; el de Colombia, Iván Duque; el de Costa Rica, Carlos Alvarado; y el de Ecuador, Guillermo Lasso, según el cronograma previsto.
Otros como el mandatario chileno, Sebastián Piñera; el salvadoreño, Nayib Bukele; y el argentino, Alberto Fernández, realizarán intervenciones de manera pregrabada en un video, el cual se proyectará en el plenario, de acuerdo con el esquema divulgado en la ONU.
Más de 100 jefes de Estados y Gobierno informaron que participarán en persona en esta discusión, luego que en 2020 la pandemia de Covid-19 impidiera su presencia en Naciones Unidas y el evento sesionó por primera vez de forma virtual.
En esta ocasión, para evitar la propagación de la Covid-19, se seguirán estrictos protocolos sanitarios dentro del edificio, que comprenden el uso de mascarillas en interiores y el distanciamiento físico, según un documento aprobado por la Asamblea General.
Para limitar el número de personas, el acceso y la presencia en el salón plenario se limitará a cuatro representantes por país miembro y observador, incluido el Jefe de Estado o de Gobierno.
Como parte del debate general del 76 período de sesiones de la Asamblea, que concluirá el 27 de septiembre, están previstas reuniones bilaterales entre los altos dignatarios que asistan en persona al mayor evento que realiza la ONU cada año.
Las autoridades locales de Nueva York pidieron a los miembros de las delegaciones que acudan a la sede de Naciones Unidas presentar un certificado de vacunación, lo cual levantó protestas de algunas representaciones diplomáticas.
En esa ciudad norteamericana, las personas deben mostrar un documento que avale su inmunización contra la Covid-19 para realizar determinadas actividades en interiores, por ejemplo, acceder a restaurantes, lugares de ocio o centros de eventos y reuniones.
Si bien la sede de la ONU volverá a acoger nuevamente a líderes de todo el mundo, la pandemia seguirá marcando las dinámicas de interacción y trabajo dentro del organismo multilateral, de hecho, la recuperación de la crisis sanitaria resulta el centro de muchos de los debates y reuniones.
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