La ejecutiva, hija del dueño de la empresa Ren Zhengfei, la víspera llegó a un arreglo con el Departamento norteamericano de Justicia, que retiró la solicitud de extradición en su contra, aunque seguirá adelante para procesar al gigante tecnológico.
‘Al aceptar el acuerdo de diferimiento judicial, la señora Meng asume su responsabilidad en un esquema para defraudar a una institución financiera global’, señaló la fiscal Nicole Boeckmann, en referencia a las alegaciones de que engañó al banco HSBC y lo puso en riesgo de violar las sanciones de Washington contra Irán.
No obstante, el abogado defensor dijo que ella no se declaró culpable y Huawei indicó este sábado que batallará para probar su inocencia de esas imputaciones.
Antes de emprender el regreso, Meng agradeció tanto a China como a Canadá por las gestiones para poner fin a un caso, con repercusiones en las relaciones diplomáticas.
Zhao Lijian, vocero de la Cancillería, le dio la bienvenida desde las redes sociales y la noticia tiene amplia difusión en los medios locales de prensa.
También este sábado se supo que volvieron a su país los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor, encarcelados aquí a finales de 2018 y procesados bajo la sospecha de socavar la seguridad nacional de China.
Beijing y Ottawa viven una tormenta diplomática desde la detención de Meng en un aeropuerto de Vancouver el 1 de diciembre de ese año, a solicitud de Estados Unidos.
Días después, el gigante asiático puso en prisión a Kovrig y Spavor, aunque ambas potencias desvincularon sus casos con el de la ejecutiva de Huawei.
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