Mediante una intervención pregrabada, el primer ministro Ariel Henry afirmó que los padres y madres siempre tratarán de encontrar mejores condiciones de vida y recordó que muchos países prósperos se construyeron gracias a sucesivas oleadas de migrantes y refugiados.
Sin mencionar directamente a Estados Unidos, el neurocirujano -que por primera ocasión interviene en la Asamblea General de Naciones Unidas-, censuró el trato a sus compatriotas en la frontera que ‘dejó a todos en estado de shock’.
También recordó la importancia de respetar los derechos, ‘sin querer poner en tela de juicio el derecho de un estado soberano a controlar el acceso de los extranjeros a su territorio, o de devolver a aquellos que entren ilegalmente a su país de origen’.
En este sentido, alentó a todas las naciones a trabajar de conjunto para mejorar las condiciones de vida en las zonas emisoras de migrantes, como una solución real a la situación de los desplazamientos.
Henry reconoció la crisis que vive Haití y subrayó que solo es posible superarla con un diálogo que garantice la estabilidad sociopolítica.
En su discurso señaló el mal funcionamiento de las instituciones estatales y la necesidad de celebrar elecciones justas, transparentes e inclusivas para lograr la renovación de los actores políticos.
El primer ministro asumió el cargo hace poco más de dos meses, tras el magnicidio contra el presidente Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio último, y se comprometió a llevar a los responsables ante la justicia, en medio de las críticas a lo interno por su supuesta implicación con uno de los sospechosos del crimen.
Henry solicitó formalmente a la ONU cooperación judicial internacional para investigar el crimen, que calificó de trasnacional, por implicar a sujetos de varios países.
‘La investigación judicial en marcha es difícil, se trata de un crimen trasnacional y por eso solicitamos oficialmente cooperación judicial internacional. Esta es una prioridad para mi gobierno y para toda la nación’, dijo el titular.
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