Al intervenir ante la Asamblea General de la ONU, el canciller Ahmed Awad Bin Mubarak afirmó que apenas recibieron un millón de dosis para repartir entre unos 30 millones de habitantes.
El jefe de la diplomacia yemenita alertó también sobre la grave situación económica de su país, cuya economía se contrajo en más del 50 por ciento.
Asimismo, culpó a la milicia hutí, que controla gran parte del territorio nacional, de sabotear todos los procesos de diálogo
Hemos estado muy interesados en restablecer la paz, con este fin hemos hecho concesiones significativas durante los últimos seis años, pero ese grupo bloqueó todos los esfuerzos en ese sentido, aseguró.
Nos estamos reuniendo aquí mientras Yemen atraviesa circunstancias muy difíciles debido a la guerra impuesta a nuestro pueblo, apuntó.
Según el último informe de la ONU, unas 21 millones de personas en ese país necesitan ayuda humanitaria, incluido 11 millones de niños.
El conflicto causó miles de muertos o heridos, 4,4 millones de desplazados y 13 millones de pobres.
Las hostilidades estallaron en 2014, cuando la milicia hutí lanzó desde el norte una ofensiva que ocupó la Saná, la capital nacional y amplias zonas del territorio yemenita.
Un año después Arabia Saudita y varios aliados árabes intervinieron en la guerra, en respaldo del Gobierno del presidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
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