Calado fue reelegido en marzo pasado para un mandato de dos años y en respeto a la institucionalidad aceptó salir del cargo antes de finalizar su periodo para darle acceso a otros compañeros del cuerpo, aseguró de Sousa en declaraciones a los periodistas.
No obstante, el mandatario subrayó que la decisión final le corresponde como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, a la vez que se excusó de ofrecer una fecha exacta.
De Sousa negó rumores acerca de que Calado dejará el puesto por sus críticas a la reforma de la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, pues aclaró que una vez aprobada la respetó como corresponde a un uniformado.
El otro, añadió el jefe de Estado, es que el militar hablará sobre los verdaderos motivos sobre su sustitución luego de abandonar el cargo.
Entretanto, de Sousa no confirmó ni negó que el futuro jefe de la armada será el vicealmirante Henrique Gouveia e Melo, quien coordinó hasta la víspera el Plan nacional de vacunación contra la Covid-19, mediante el cual más del 82 por ciento de los portugueses se inmunizaron contra la enfermedad ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Sin embargo, dijo que esos comentarios constituyen un atropello a las personas y a las instituciones.
La agencia Lusa mencionó la víspera que fuentes no identificadas ligadas al Ministerio de Defensa Nacional dijeron que el gobierno planeaba proponerle al presidente la sustitución del jefe de la Armada, en el cargo desde 2018.
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