Durante la jornada de feriado nacional, miles de personas vestidas de naranja salieron a las calles en diferentes ciudades para reflexionar sobre el impacto de las atrocidades cometidas en centros escolares como parte de una política de ‘genocidio cultural’ contra los indígenas.
La jefa nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá, RoseAnne Archibald, dijo que reconocer el pasado es sólo un primer paso en aras de abordar los retos actuales, divulgó Radio Canadá Internacional.
El primer ministro, Justin Trudeau, emitió una declaración en la que animó a los canadienses a reflexionar sobre las repercusiones del colonialismo, las duras realidades del pasado, y el trabajo para avanzar en la reconciliación en el país.
Por su parte, la gobernadora general, Mary May Simon, la primera persona indígena en ocupar ese puesto, se refirió a la fecha como una oportunidad para que los canadienses afronten ‘verdades incómodas’.
Mientras nos esforzamos por reconocer los horrores del pasado, el sufrimiento infligido a los pueblos indígenas, pongámonos todos juntos, lado a lado, con gracia y humildad, y trabajemos juntos para construir un futuro mejor para todos, expresó.
En mayo pasado la tribu local Tk’emlups te Secwepemc encontró los restos de 215 menores en Kamloops, al sur de la provincia de British Columbia, en el lugar donde funcionó la escuela residencial para indígenas más grande del país.
Desde entonces se descubrieron más de mil tumbas sin identificar en los terrenos de cuatro de las más de 130 residencias escolares establecidas en Canadá desde finales del siglo XIX hasta 1997, cuando cerró la última institución a las que asistían más de que más de 150 mil niños de las Primeras Naciones.
Fueron obligados a convertirse al cristianismo y no se les permitió hablar sus idiomas nativos, muchos fueron golpeados y maltratados verbalmente, y se estima que murieron hasta seis mil.
La instauración del Día Nacional para la Verdad y la Reconciliación fue una de las recomendaciones de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación que en 2015 concluyó que al menos tres mil 200 niños habían muerto en medio de abuso y negligencia con la complicidad de la Iglesia y el gobierno.
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