La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) aprobó este martes la obligatoriedad para todos los funcionarios del sector público de vacunarse contra la Covid-19, así como para aquellos empleados del sector privado cuyos patronos, dentro de sus disposiciones laborales internas, opten por incorporarla en sus centros de labor.
El Ministerio de Salud adelantó que el decreto para oficializar dicha obligatoriedad de la vacuna contra la Covid-19 será emitido y firmado en los próximos días.
La CNVE tomó esa decisión basada en variables epidemiológicas como la cantidad de casos Covid-19, la mortalidad de la enfermedad, la circulación incrementada de la variante Delta, la elevada ocupación hospitalaria y la desaceleración en la afluencia de personas a los vacunatorios para recibir su primera dosis.
A estos factores añaden la importancia de promover que los centros de trabajo públicos y privados sean lugares más seguros y la necesidad de disminuir las posibilidades de interrupción de servicios y labores a raíz de posibles contagios.
Del 17 al 26 del mes anterior, la Caja Costarricense de Seguro Social -encargada de la salud pública en Costa Rica- desarrolló la estrategia Vacunatón con el objetivo de aplicar 500 mil primeras dosis del fármaco AstraZeneca a igual cantidad de personas entre 18 y 57 años de edad, pero en realidad solo colocó 195 mil 598 primeras porciones.
El presidente ejecutivo de la entidad, Román Macaya, afirmó que su institución hizo múltiples esfuerzos para ampliar horarios de vacunación, laborar fines de semana y apostó por la instalación de puestos sanitarios en locales comerciales, centros educativos y barridos casa por casa; pero, la respuesta no fue del todo la esperada.
Costa Rica tiene la meta de lograr antes de finalizar 2021 la inmunidad de grupo o rebaño (70 por ciento de la población total del país) contra el SARS-CoV-2, aunque especialistas ahora consideran que en el caso de este virus, debe ser del 85 por ciento.
Por otra parte, los equipos ticos Santos de Guápiles y Saprissa consiguieron avanzar a cuartos de final de la Liga Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol), mientras el campeón defensor, Alajuelense, salió temprano de este torneo, lo cual le costó el puesto a su técnico, Luis Marín.
Lo peor de los alajuelenses es que tienen una nómina de lujo y fueron incapaces de vencer a un club muy inferior en el papel, pero que en el terreno -el que dice la última palabra- supieron anular a esas figuras y conseguir el boleto a cuartos de final.
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