El mandatario dijo que no garantiza que el Ejecutivo consiga pagar sus facturas después del 18 de octubre si los senadores republicanos no están dispuestos a despejar el camino para mantener al país solvente.
‘Eso depende de Mitch McConnell’, aseveró Biden al referirse a la responsabilidad del líder de la minoría en el Senado respecto a la falta de apoyo para aumentar el tope del límite crediticio.
En sus declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca, el gobernante criticó a la fuerza roja por cerrar todas las vías que los demócratas han utilizado para incrementar el límite de endeudamiento federal y los acusó de promover un juego político ‘imprudente y peligroso’ con la economía estadounidense.
McConnell, por su parte, instó a los demócratas en una carta a aprobar su propuesta ‘por su cuenta’, lo cual es casi imposible debido a la estrecha mayoría del partido gobernante en ambas cámaras legislativas, sobre todo en el Senado, donde necesitaría el apoyo de al menos 10 republicanos.
Biden explicó que eso podría ocurrir mediante un mecanismo legislativo llamado ‘reconciliación’, el cual permite aprobar de forma excepcional proyectos con una mayoría simple.
Sin embargo, se mostró escéptico respecto a esa posibilidad, porque requeriría programar ‘cientos de votos’ en el Senado que podrían ‘no tener nada que ver con el límite de deuda’, por lo cual aseguró la continuidad de las negociaciones.
Esos comentarios se producen 14 días antes de que Estados Unidos deje de pagar la deuda nacional, que sería un desastre sin precedentes, según advirtió la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
El 27 de septiembre, el Senado rechazó la votación de una iniciativa que permitiría ampliar el financiamiento del gobierno y evitar un posible cierre del Ejecutivo.
Biden y los líderes del bando azul en el Congreso creen que los republicanos sabotean deliberadamente la capacidad del país para pagar las facturas y probablemente causen el primer incumplimiento crediticio en la historia de Estados Unidos.
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