La iniciativa fue lanzada por la Unión de Estudiantes Palestinos en Siria en cooperación con la Comisión Popular del campamento y tiene el objetivo de ayudar a las familias desplazadas a limpiar sus viviendas para que retornen a estas.
Con limitados recursos y herramientas sencillas como palas y escobas, sacamos los escombros de los hogares y así las familias pueden ahorrar el costo económico que implica hacerlo, afirmó a Prensa Latina, Doua Ismael, voluntaria y miembro de la dirección de la Unión de Estudiantes Palestinos.
Explicó que ella labora dentro del grupo ‘Juntos’ que incluye jóvenes y estudiantes voluntarios y lleva a cabo varias iniciativas y proyectos, entre ellos figura ‘Revivir’ encaminado a devolver la vida a las zonas devastadas, incluido el Yarmuk.
Trabajamos desde las 10:00 hasta las 17:00, hora local, y limpiamos casas, tiendas y escuelas para acelerar la recuperación y el retorno de los desplazados, precisó Ismael.
Otros voluntarios afirman que pretenden con su labor elevar la moral de la gente y estimularla a volver, y devolver el campamento como estaba antes de la guerra.
Tratamos de enviar un mensaje a los desplazados de Yarmuk que no están solos y que hay quienes les apoyarán a recuperar su vida normal, manifestaron a Prensa Latina.
De acuerdo al Secretario General del Frente Popular para Liberación de Palestina – Comando General, Talal Naji, se emitieron directivas presidenciales para acelerar el regreso de los residentes mediante la limpieza de las calles de los escombros y desechos, y facilitar el ingreso a la gente.
Elogió la cooperación del Gobierno sirio en el proceso de reconstrucción que comenzó con retirar los explosivos, desminar la zona y reabrir las calles y avenidas.
La decisión presidencial revivió nuestras esperanzas y alejó la pesadilla que vivimos durante los últimos años de que el campamento pueda desaparecer para siempre, manifestaron algunos de los jóvenes.
Yarmuk se creó en 1957 a dos kilómetros al sur del centro de la ciudad de Damasco, y vivían en el mismo antes del estallido de la guerra en 2011 unas 700 mil personas, 200 mil de las cuales eran palestinos.
Las agrupaciones terroristas lo invadieron en 2012 y toda su población fue desplazada hasta que el ejército sirio logró el 21 de abril de 2018 liberar el campamento tras una operación militar que duró 33 días.
De acuerdo a los comités de evaluación de daños, el 20 por ciento de las casas fueron destruidas por completo, un 40 por ciento sufrieron destrucción parcial mientras el 40 por ciento restante están habitables, pero necesitan labores de rehabilitación.
Los palestinos llaman a Yarmuk como la ‘capital de la diáspora’ y fue sede de las agrupaciones más importantes de sus nacionales, encabezadas por Fatah y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, y un punto de partida para la acción armada contra Israel dirigida por Yasser Arafat en 1965.
Damasco sitúa la reconstrucción como una de sus prioridades, y el presidente Bashar al-Assad declaró en repetidas ocasiones que su país contará con el apoyo de ‘países amigos’ en la reconstrucción, en momentos en que Naciones Unidas estimó el costo de destrucción en Siria en unos 400 mil millones de dólares.
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