Lo que estoy diciendo es que podemos hacer con la generación de electricidad lo mismo que estamos haciendo con los motores de combustión interna para los automóviles, declaró Johnson a periodistas, en alusión a la promesa de su gobierno de prohibir la venta de vehículos de gasolina y diésel a partir de 2030.
De acuerdo con el gobernante conservador, el cambio hacia fuentes renovables de energía redundará en facturas más bajas de electricidad para los consumidores, quienes dejarán de estar expuestos, dijo, a los caprichos de los precios de los hidrocarburos.
Dependeremos de nuestra propia generación de energía limpia, lo que también nos ayudará a mantener bajos los costos, aseveró Johnson desde Manchester, donde asiste a la conferencia anual de su partido.
El primer ministro, quien será el anfitrión el mes próximo en Glasgow, Escocia, de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, o COP26, utilizará su discurso en el evento partidista el miércoles para prometer una mayor inversión en el sector de la energía eólica y nuclear, como parte de su compromiso de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050.
Aunque el 43 por ciento de la electricidad generada en el Reino Unido el año pasado provino de fuentes renovables, el resto fue generado a partir del petróleo y del carbón, considerados grandes productores de gases causantes del llamado efecto invernadero.
Una encuesta rápida realizada por la firma YouGov poco después de que Johnson puso fecha a la transición total hacia fuentes renovables de energía arrojó, sin embargo, que el 41 por ciento de los británicos no cree que se trate de un meta realista.
De los dos mil 804 adultos entrevistados, solo el 33 por ciento lo consideró viable, mientras que el 26 por ciento restante dijo no saber.
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