El Ministerio de Defensa turco alertó a finales de septiembre que Atenas no coordinó ni notificó previamente esa actividad que Ankara calificó de ‘ilegal y agresiva’.
Desde el pasado día 21 este país activó sistema Navtex sobre seguridad marítima, tras una acción similar del ejecutivo griego, hechos que elevaron la tensión bilateral en la zona.
Ambas naciones reclaman como suyo el derecho de explotación de los hidrocarburos en el mar Mediterráneo lo que constituye punto de fricción desde hace años y en varias ocasiones elevó al máximo las tensiones.
Repetidos intentos de diálogo se frustraron a pesar de la intermediación de la Unión Europea, mecanismo regional al que pertenece Grecia, pues el trasfondo de las diferencias bilaterales trasciende el ámbito geográfico.
Discrepancias en temas religiosos, culturales y diplomáticos enrarecen la relación que por momentos se torna beligerante y amenaza con un enfrentamiento armado en el área, pese a que las partes manifiestaron por separado su disposición al diálogo.
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