El jefe de los legisladores azules adelantó que mañana miércoles intentará avanzar en un proyecto de ley de suspensión del techo del débito, en medio de un estancamiento arraigado sobre el límite de endeudamiento de la nación a causa de la oposición republicana.
Para salir adelante el plan necesita de 60 votos para romper el filibusterismo y avanzar en la suspensión del techo de la deuda hasta diciembre de 2022, algo complicado teniendo en cuenta que el Senado está dividido 50 a 50, por lo que Schumer requiere de 10 votos de los rojos.
‘Antes de que termine esta semana, el Senado debe poner un proyecto de ley en la mesa del presidente Biden para abordar la aguda crisis del límite de la deuda’, advirtió Schumer desde el hemiciclo el lunes.
Cada día que nos demoramos en actuar, subrayó, aumentamos las posibilidades de causar un daño irreversible a nuestro sistema financiero mundial, a la lrecuperación económica y a la confianza en la capacidad de nuestro país para pagar sus deudas.
La situación se tensionó aún más cuando este lunes el líder de la minoría roja, Mitch McConnell, se desentendió del asunto y señalo que solo depende de los demócratas elevar el techo de la deuda.
El Congreso tiene hasta el 18 de octubre para elevar el techo de la deuda o arriesgarse a un impago histórico que tendría consecuencias económicas importantes y generalizadas, según advertencias de economistas, de la Reserva Federal y el Departamento de Tesoro.
Los demócratas ya fracasaron en dos oportunidades en sus intentos, ambas por la oposición de los republicanos que insisten en que los azules enfrenten el caso por su cuenta a través de la reconciliación, un proceso presupuestario que les permite eludir el filibusterismo.
Este lunes el presidente Joe Biden, admitió que el país puede incurrir en una suspensión de sus pagos este mes debido a la negativa republicana a avanzar en el proyecto.
El mandatario dijo que no garantiza que el Ejecutivo consiga pagar sus facturas después del 18 de octubre si los senadores republicanos no están dispuestos a despejar el camino para mantener al país solvente.
El gobernante acusó a los republicanos de promover un juego político ‘imprudente y peligroso’ con la economía estadounidense.
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