Según la revista Harvard Health Publishing, tal imprudencia conllevaría a una serie de riesgos para la salud del adulto mayor, entre ellos: conducir a algunos tipos de cáncer y provocar daños al hígado.
También aceleraría el deterioro del sistema inmunitario, el proceso de envejecimiento y empeoraría condiciones como la osteoporosis, diabetes y presión arterial alta.
El individuo podría sufrir un derrame cerebral, úlceras, pérdidas de memoria y trastornos del estado de ánimo, alertan los expertos.
En tanto, la revista Michigan Health plantea que el alcohol puede provocar a las personas mayores el olvido, elemento que podría confundirse con la enfermedad de Alzheimer.
Los de la tercera edad que consumen alcohol casi siempre lo harán mientras se administran somníferos y analgésicos.
De estar tomando aspirina se les puede irritar el estómago y dañar el hígado.
Al beber alcohol se activan las enzimas hepáticas, y los medicamentos se metabolizan más rápido de lo normal perdiendo casi su total eficacia, advierten los especialistas.
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