‘Bongbong’ Marcos Jr., de 64 años, anunció su aspiración el martes y presentó sus papeles 24 horas después ante la comisión electoral, lo que provocó protestas por los delitos contra los derechos humanos que marcaron la era de la ley marcial bajo su difunto padre.
El aspirante a la máxima magistratura el próximo año prometió unir a los filipinos para superar los desafíos a raíz de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, más de 100 activistas prometieron hacer campaña en su contra y quemaron efigies de su padre y el actual presidente, Rodrigo Duterte, aliado de su familia, en una protesta en la Comisión de Derechos Humanos.
De acuerdo con la prensa local, los manifestantes agitaron pancartas que decían ‘nunca más’ y recordaron las víctimas del gobierno marcial que vivió el país asiático de 1972 a 1981.
Esto es una bofetada en el rostro de las víctimas de la tortura, las violaciones y las desapariciones generalizadas. Algunas familias todavía están buscando víctimas de la ley marcial desaparecidas, dijo la líder de la protesta Tinay Palabay.
Palabay agregó que una coalición de grupos de izquierda organizaría más protestas callejeras y en línea contra la candidatura de Marcos Jr. y presionaría a la Corte Suprema para que confirme una condena por corrupción de su madre, la exprimera dama Imelda Marcos.
La familia recibió acusaciones de robar entre cinco mil y 10 mil millones de dólares mientras estuvo en el poder.
Ferdinando Marcos colocó a Filipinas bajo el gobierno marcial el 21 de septiembre de 1972, un año antes de que expirara su mandato, cerró el Congreso con candado, ordenó el arresto de los opositores políticos y gobernó por decreto.
A Imelda Marcos y sus hijos se les permitió regresar a Filipinas en 1991, y desde entonces han vuelto a la política, con cargos de senadores para Marcos Jr. y su hermana Imee.
Con su nominación, la carrera presidencial de 2022 tiene ahora cuatro candidatos, pues previamente habían oficializado sus proyectos el senador Panfilo Lacson, exjefe de la policía nacional, el exboxeador Manny Pacquiao y el alcalde de Manila, Isko Moreno.
Se espera que la vicepresidenta Leni Robredo, quien lidera la oposición, anuncie su candidatura mañana.
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