El líder de la mayoría del órgano, el demócrata Charles Schumer, anunció que presentará a votación hoy un proyecto de normativa para suspender el techo de la deuda hasta diciembre de 2022.
Sin embargo, para alcanzar ese objetivo necesitará 60 votos para romper el filibusterismo (prolongar el debate con largas intervenciones para evitar el voto), lo que significa que 10 senadores opositores tendrían que ponerse del lado de los demócratas, algo que los expertos consideran difícil.
La situación está precedida por advertencias funestas por parte del Departamento del Tesoro, por ejemplo, que anticipó consecuencias desastrosas para la economía local y mundial.
Un reciente informe de Moody’s Analytics encontró que el país podría perder seis millones de puestos de trabajo si incumple el pago de su deuda, haciendo que el Producto Interno Bruto real se reduzca en casi un cuatro por ciento y la tasa de desempleo se acerque al nueve por ciento.
El mismo análisis apuntó que los precios de las acciones se reducirían en casi un tercio, lo que acabaría con 15 billones de dólares en riqueza de los hogares.
La situación es compleja pues los del partido rojo quieren que sus pares del partido azul, la actual mayoría, resuelvan el problema por si solos desconociendo que los gastos son legislados y consumidos por ambas fuerzas.
Los republicanos quieren vincular el problema con las elecciones de medio término de 2022 donde intentarán golpear a los titulares azules que se enfrentan a la reelección.
Según el diario The Hill ambos partidos libran una feroz batalla por el control del Senado, que actualmente está dividido al 50 por ciento. Los demócratas tienen la mayoría sólo gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
Los republicanos, por lo tanto, necesitan cambiar sólo un escaño para ganar el control de esa cámara, viendo las principales oportunidades en Arizona, Georgia, Nevada y New Hampshire.
Sin embargo, el Partido Republicano defiende 20 escaños frente a los 14 de los demócratas, incluso en estados disputados como Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Los comités de campaña demócratas advierten de los peligros de no elevar el techo de la deuda en estados competitivos como Pensilvania, Iowa, Georgia, Wisconsin y Florida.
El Congreso tiene hasta el 18 de octubre para elevar el techo de la deuda. Si no se eleva, Estados Unidos dejará de pagar su pasivo por primera vez en la historia del país.
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