Biden, quien en su campaña de 2020 dijo que no construiría ni un centímetro más de muro si era elegido, admitió que el muro no es una herramienta de inmigración eficaz.
El mandatario demócrata respondió preguntas de los periodistas en la Oficina Oval después del anuncio de que para cumplir con el objetivo del muro renunciaría al menos a 26 leyes ambientales.
La pared antiinmigrante la levantarán en alrededor de 32 kilómetros en el condado texano de Starr, donde existe un cruce por el cual aproximadamente 245 mil inmigrantes pasaron de forma irregular a territorio de Estados Unidos el año fiscal que concluyó el 30 de septiembre.
Ante este giro de Biden, la reacción de Trump, quien hizo del muro una de sus principales promesas de campaña en 2016, no se hizo esperar y en su plataforma Truth Social lanzó los dardos.
“¿Se disculpará Joe Biden ante mí y ante Estados Unidos por tardar tanto en moverse y permitir que nuestro país se vea inundado con 15 millones de inmigrantes ilegales, de lugares desconocidos?”, escribió al recalcar: “¡Esperaré sus disculpas!”
El Centro para la Diversidad Biológica de Estados Unidos lamentó que el presidente Biden renuncie por primera vez «a las leyes ambientales, de salud pública y de protección de recursos culturales para acelerar la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México en Texas”.
Entre las leyes que dispensarían se encuentran varios de los mismos estatutos que trataron de proteger en el pasado.
Por ejemplo, la Ley de Política Ambiental Nacional, la Ley de Especies en Peligro, la Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua (la Ley de Limpieza Ley del Agua) y la Ley del Aire Limpio.
La gestión demócrata alega que están lidiando con una nueva oleada de inmigrantes que ha agotado los recursos federales y que, además, esta situación despierta preocupaciones en ciudades de todo el país.
Trump presumió de construir unos 480 kilómetros del muro fronterizo cuando oficializó en agosto de 2020 su candidatura entonces a la reelección.
El republicano planteó: «el muro pronto estará listo y nuestros números en la frontera son los mejores de la historia” y lanzó una frase que desató la polémica cuando aseguró que “por cierto, México está pagando por el muro, por si no lo sabían».
La frontera entre Estados Unidos y México tiene una longitud de tres mil 142 kilómetros y previo a la entrada de Trump a la mansión ejecutiva, había barreras o vallas de separación en alrededor de un tercio de la frontera, o sea, alrededor de mil 50 kilómetros.
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