Los demócratas Rashida Tlaib y Cori Bush, integrantes de la Cámara Baja por Michigan y Misuri, respectivamente, recibieron críticas de sus colegas de bancada por declaraciones que consideraron inapropiadas respecto al ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) a territorio israelí el pasado 7 de octubre.
Tlaib sugirió retener el apoyo de Estados Unidos para financiar lo que calificó el “gobierno de apartheid” de Israel, un comentario que enfureció a sus colegas que lo encontraron ofensivo.
También argumentó que lo ocurrido es parte de un esfuerzo de “resistencia” de los palestinos. Bush se hizo eco de las afirmaciones de Tlaib.
Sin embargo, algunos de los miembros más proisraelíes del grupo demócrata, incluidos los representantes Ritchie Torres (Nueva York) y Josh Gottheimer (Nueva Jersey), expresaron su total desaprobación.
La reprobación dirigida a ciertos segmentos de los progresistas subraya las grietas dentro del Partido Demócrata en lo que respecta a Israel, señaló el diario The Hill.
Además, sugiere que tendrán que navegar en un entorno político cada vez más difícil en el que se esperará que apoyen inequívocamente el derecho de Israel a existir y al mismo tiempo defiendan los derechos de los palestinos, subrayó el periódico.
«Vamos a llegar a un momento en el que algunas personas tendrán que mostrar verdadero coraje y seguir el ejemplo de la congresista Barbara Lee tras el 11 de septiembre (2001)», dijo Matt Duss, exasesor del senador Bernie Sanders, al referirse a su voto en contra de la invasión de Estados Unidos a Afganistán.
La nueva escalada a partir del sorpresivo y sin precedente ataque de Hamas el sábado, se considera el mayor desastre para Israel en 50 años desde la guerra del Yom Kippur, conocida en los países árabes como Guerra de Octubre (1973).
Durante la incursión de Hamas y luego las milicias que se sumaron, lograron avanzar en territorio israelí hasta 20-24 kilómetros en profundidad, donde tomaron bases militares, así como varios pueblos y localidades. Mientras las autoridades de Estados Unidos dan calificativos a Hamas y ratifican su férreo respaldo a Israel, obvian la raíz del conflicto, el cual hay que buscar en 75 años de sufrimiento y desplazamiento del pueblo palestino ante la mirada silenciosa del propio Washington y en sentido general de la comunidad internacional. Tras el ataque de Hamas, Israel declaró la guerra, ordenó la movilización de 360 mil hombres y bloqueó totalmente la Franja de Gaza, un enclave al que no pocos definen como la mayor cárcel al aire libre del mundo, donde residen cerca de 2,3 millones de personas privadas actualmente de energía, agua y alimentos.
Los bombardeos israelíes a la Fanja dejan ya mil 488 muertos en la población civil, más de cinco mil 700 heridos y una catástrofe humanitaria.
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