Mediante una serie de comprobaciones realizadas en la zona, los científicos implicados en el análisis estimaron que cada metro cúbico de agua de mar contenía un promedio de 0,01 escamas de pintura, cuando la concentración estimada de las primeras era de 0,16.
Altas cantidades de partículas de cobre, plomo, hierro y otros elementos reveló también el texto publicado en la revista estadounidense Science of the Total Environment, bajo la autoría de profesores de la Universidad de Plymouth y miembros de la Asociación de Biología Marina.
Durante las últimas dos décadas ambas organizaciones colaboraron en una serie de proyectos de plásticos oceánicos, y en 2019 demostraron un aumento significativo de estos en el océano abierto desde finales de la década de 1950.
Las partículas de pintura resultan un componente pasado por alto de los microplásticos marinos, pero esta tesis muestra que son relativamente abundantes en esta franja global, precisó Andrew Turner, autor principal de la investigación.
La presencia de metales tóxicos como el plomo y el cobre presentan riesgos adicionales para la vida silvestre, advirtió en un comunicado.
Ahora sabemos que los plásticos están en todas partes, precisó, por su parte, la doctora Clare Ostle, coautora y coordinadora de la encuesta Pacific Continuous Plankton Recorder.
Es probable que la mayoría de los organismos los ingieran, sin embargo, se sabe menos acerca de cuán dañina podría ser esta ingestión, advirtió.
El estudio tomó muestras de agua de mar en toda la región del Atlántico norte, desde el océano Ártico hasta España, y desde el este de Estados Unidos hasta Suecia.
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