Las declaraciones de Elad fueron realizadas en una nueva vista oral que se le sigue a Netanyahu por abuso de poder en el llamado caso cuatro mil, en el que también testificó Ilan Yeshua, exdirector de ese sitio web.
Yeshua afirmó que de 2014 al 2017 el político benefició de manera ilícita los intereses comerciales del accionista principal de esa página web, Shaul Elovitch.
A cambio, según el testimonio, Elovitch proporcionó al entonces primer ministro y a su familia una cobertura positiva en ese portal, en incluso le permitió dictar la política editorial de forma regular.
Elad confirmó las denuncias este martes ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén.
La interferencia de la familia Netanyahu me molestó mucho y dañó mi capacidad para hacer el trabajo y, en última instancia, también provocó mi renuncia, subrayó.
Recordó que en una ocasión la Controlaría del Estado presentó un informe crítico contra el entonces jefe de Gobierno y lo llamaron para que censurara el texto.
Pero la situación más grave fue cuando estalló el escándalo de la compra de submarinos alemanes, el caso de corrupción más grave en la historia de Israel y que involucró a numerosas personas del entorno de Netanyahu en un esquema de sobornos, resaltó.
En otros dos casos separados, el dirigente del partido de ultraderecha Likud también es acusado de soborno y fraude.
El diario electrónico The Times of Israel reveló recientemente que la policía investiga la construcción de un jacuzzi pagado por el Estado en una vivienda de Netanyahu. El periódico precisó que la obra costó 50 mil séqueles (unos 15 mil dólares).
En un caso separado a los de su esposo, en 2019 Sara Netanyahau llegó a un acuerdo con la fiscalía y se declaró culpable de un delito menor para evitar ser juzgada por fraude.
Ella fue acusada de gastar de 2010 a 2013 un total de 360 mil séqueles (unos 111 mil dólares) del presupuesto de la residencia oficial para encargar comidas a proveedores externos, pese a tener cocineros a tiempo completo pagados por el Estado.
mem/rob