Sin embargo, la cifra resulta aún inaceptablemente alta: casi 50 mil víctimas de la enfermedad cada siete días, y la real es ciertamente mayor, declaró en conferencia de prensa virtual el director general de esa entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Las defunciones descienden en todas las regiones excepto Europa, donde varios países se enfrentan a nuevas oleadas de casos y fallecidos, precisó el biólogo con formación en inmunología de padecimientos infecciosos.
Por supuesto, acotó, las muertes son más altas en las naciones y poblaciones con menor acceso a las vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Recordó que 56 Estados que fueron efectivamente excluidos del mercado mundial de inmunógenos antiCovid-19 no pudieron alcanzar el objetivo de vacunar al 10 por ciento de su población para fines de septiembre, y la mayoría de ellos en África, señaló.
Incluso más territorios corren el riesgo de no alcanzar la proyección del 40 por ciento a finales de este año, subrayó, mientras apuntó que tres naciones aún aparecen sin comenzar a vacunar: Burundi, Eritrea y la República Popular Democrática de Corea.
Aproximadamente la mitad de los países restantes están limitados por la oferta, aseveró Adhanom, quien aseguró que tienen un programa de vacunación en marcha, pero sin suficiente suministro para acelerar el proceso y alcanzar la meta.
El también investigador de sanidad pública y político etíope reiteró el pedido a los Estados y empresas que controlan el suministro global de vacunas que prioricen el suministro al mecanismo de la OMS Covat y ahora el Fondo Africano de Adquisición de Vacunas de la Unión Africana (AVAT).
Otro grupo de países están limitados por la capacidad, especialmente los afectados por conflictos, la violencia, entre otras, enfatizó.
La OMS y sus socios trabajan con esas naciones para fortalecer las capacidades técnicas y logísticas sobre el terreno para implementar los fármacos contra el patógeno, destacó.
Alcanzar la proyección del 40 por ciento a fines del presente 2021 requiere un enfoque de los gobiernos y de todas las sociedades, que depende del liderazgo político y de las organizaciones civiles, reflexionó.
Con una acción agresiva y ambiciosa, la mayoría de estos países aún pueden alcanzar el objetivo o estar en un camino claro para alcanzarlo, consideró.
Pero se necesita cooperación global, remarcó, y advirtió que aquellos que continúan implementando refuerzos ahora están impidiendo efectivamente que otros vacunen a sus poblaciones de mayor riesgo.
La oferta es finita, estimó el director general de la OMS.
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