En un mensaje con motivo del Día Mundial de la Alimentación dirigido al director general de la Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, el sumo pontífice llamó, por el contrario, a ‘afianzar la lógica de la solidaridad’.
El papa indicó que el tema de este año, ‘Nuestras acciones son nuestro futuro. Mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor’, subraya la necesidad de una acción mancomunada para que todos tengan acceso a dietas con la máxima sostenibilidad medioambiental, adecuadas y a un precio asequible.
Actualmente, precisó, asistimos a una auténtica paradoja en cuanto al acceso a los alimentos: por un lado, más de tres mil millones de personas no tienen acceso a una dieta nutritiva, mientras que, por otro lado, casi dos mil millones padecen sobrepeso u obesidad debido a una mala alimentación y a un estilo de vida sedentario.
Francisco advirtió que ‘si no queremos poner en peligro la salud de nuestro planeta y de toda nuestra población, hemos de favorecer la participación activa en el cambio a todos los niveles y reorganizar los sistemas alimentarios en su conjunto’.
En el camino hacia el logro de esos objetivos, el pontífice citó el campo, el mar, la mesa y la reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos como ámbitos de acción urgente.
‘La pandemia nos da la oportunidad de cambiar el rumbo e invertir en un sistema alimentario mundial que pueda hacer frente con sensatez y responsabilidad a futuras crisis’, subrayó.
En ese sentido, consideró crucial el papel de los pequeños productores, ‘facilitando su acceso a la innovación que, aplicada al sector agroalimentario, puede reforzar la resistencia al cambio climático, aumentar la producción de alimentos y apoyar a quienes trabajan en la cadena de valor alimentaria’.
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