El comunicado precisa que el gobierno venezolano dio su conformidad diplomática a la designación de Richard Rojas, dirigente del partido gobernante Perú Libre, como nuevo embajador de Perú en Caracas.
Además, subraya que el gabinete peruano manifestó similar asentimiento ante el nombramiento de Alexander Yánez como embajador en Lima, cargo que ocupó años atrás.
Las relaciones bilaterales se mantuvieron hasta marzo de 2017, cuando el entonces presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski ordenó el retiro definitivo de Mario López como embajador en Venezuela.
Posteriormente promovió el Grupo de Lima, el cual agrupa a gobiernos contrarios a la administración de Nicolás Maduro y expulsó al embajador de Venezuela en Lima, Diego Alfredo Molero.
La designación del nuevo representante peruano en Caracas causó sorpresa en los medios de prensa locales, pese a que el presidente Pedro Castillo y su canciller Héctor Béjar anunciaron que Perú mantendrá relaciones con todos los países latinoamericanos sin discriminaciones ideológicas, tras asumir sus funciones.
Semanas después del reemplazo de Béjar por el diplomático jubilado de carrera Óscar Maúrtua, considerado conservador en círculos políticos, a muchos les pareció que la normalización de las relaciones con Venezuela estaba congelada.
El nuevo ministro de Exteriores fue duramente criticado por legisladores de izquierda, que lo acusaron de bloquear el restablecimiento de embajadores entre Lima y Caracas.
Fuentes de la Cancillería hicieron saber que el reconocimiento del autoproclamado presidente venezolano Juan Guaidó expiró al terminar su mandato como titular de la Asamblea Nacional, lo cual abonaba el camino a la normalización entre ambos países.
Béjar, por su parte, ignoró completamente a uno de los escollos, el Grupo de Lima, el cual fue abandonado por alguno de sus miembros y sumido en la inactividad, mientras que Maúrtua apenas lo mencionó durante sus presentaciones públicas.
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