‘Los prisioneros de la ocupación nunca verán la luz hasta que nuestros prisioneros de la libertad la vean’, expresó Khalil al Haya, miembro del Politburó de Hamas en declaraciones a la televisora Al Aqsa.
Al Haya advirtió a las autoridades de Tel Aviv por las medidas punitivas adoptadas contra los reclusos palestinos a raíz del escape de seis de ellos de Gilboa, un centro penitenciario de máxima seguridad, el pasado 6 de septiembre.
Ante esa situación, centenares de presos palestinos, la mayoría del grupo Jihad Islámica, comenzaron la pasada semana una huelga de hambre.
Medios de prensa revelaron que el intercambio fue uno de los puntos analizados durante la reciente visita a Egipto de una delegación de Hamas, encabezada por su máximo dirigente Ismael Haniyeh.
Según diversos reportes, esa formación reclama la liberación de unos mil 100 palestinos, de un total de cuatro mil 500 que se encuentran detenidos en cárceles del Estado judío.
El Cairo jugó un papel clave en la tregua alcanzada en mayo último para poner fin a la agresión israelí contra la Franja de Gaza, que causó más de 450 muertos y pérdidas millonarias.
Hamás tiene bajo custodia en el enclave costero a los israelíes Avner Mengistu e Hisham al Sayed, así como los cadáveres de dos militares que perdieron la vida durante la invasión a Gaza en 2014.
Este mes se cumplió una década del acuerdo entre ambas partes, por el cual Israel liberó a unos mil palestinos a cambio del soldado Gilad Shalit, quien pasó cinco años en cautiverio.
Sin embargo, desde entonces docenas de los palestinos excarcelados fueron capturados nuevamente por las tropas de Tel Aviv.
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