El texto, basado en el proyecto de investigación ‘Medio ambiente y los primeros 1000 días’, con apoyo económico del Ministerio de Salud, vigente desde 2017, está centrado en la contaminación del aire exterior por el transporte, tráfico de vehículos, calefacción doméstica y emisiones industriales que agravan la situación.
Se trata de sustancias contaminantes como dióxido de nitrógeno o el ozono, explicó Luca Ronfani, del materno infantil Burlo Garofolo de Trieste, en la región de Friuli-Venecia Julia, definido en un comunicado del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR) como referente científico del proyecto ‘Medio ambiente y primeros 1000 días’.
Acorde con Ronfani la evidencia científica de los efectos negativos de la contaminación del aire en la salud de los niños es clara y convincente con un posible impacto en la edad adulta e incluso transgeneracional.
Precisó que son numerosos los estudios y revisiones de la literatura dedicadas a los efectos de la exposición temprana, desde la concepción hasta el final del segundo año de vida (los primeros mil días),a los contaminantes del aire exterior.
La información del CNR en referencia al documento señala la necesidad del compromiso de todos para traducir la evidencia científica disponible en acciones concretas para reducir la contaminación.
La contaminación atmosférica también es corresponsable del cambio climático, que a su vez repercute en la salud de la población y provoca numerosos efectos adversos, a los que la población pediátrica está más expuesta y susceptible debido a una combinación de factores biológicos, conductuales y ambiental, precisó el texto.
También precisó que los niños son particularmente vulnerables durante el desarrollo fetal y en sus primeros años, cuando sus órganos aún están madurando y están sujetos a un largo período de exposición a contaminantes.
El consenso de expertos apeló a mejorar, con formación, conocimientos y habilidades sobre cambio climático y medidas de prevención; informar a los pacientes y familiares sobre el peligro de la contaminación del aire, en particular en presencia de condiciones clínicas que pueden ser causadas o agravadas y más en el caso de residir en áreas de alta incidencia.
Asimismo, instó a realizar actividades de promoción y difusión sobre los temas del documento a otras sociedades científicas a cargo de la salud de la mujer y el niño; adoptar comportamientos y estilos de vida saludables y fomentar el cambio en el lugar de trabajo.
Insiste en la importancia de incidir a nivel político y regulatorio, promoviendo iniciativas existentes para mejorar la calidad del aire.
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