La información del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CPCE) dependiente de la Unión Africana cifró los acumulados hasta este domingo de muertes, en 215 mil 496, y, el de infectados, en ocho millones 434 mil 262.
El reporte del CPCE registra en las últimas 24 horas 189 fallecimientos y tres mil 540 infectados en los países al mediodía del Sahara, en una secuencia de bajas en ambos índices durante las últimas semanas que tenía perplejos a los observadores.
Ese cuadro quedó bajo la sombra de la duda por un reporte de la OMS según el cual cerca del ’85 por ciento de los contagios probables n África no están siendo detectados por lo que la cifra real de infectados ascendería a 59 millones’ más de siete veces los registrados, según los números oficiales.
Este es el momento de ‘iniciar una ofensiva contra la COVID-19 para hacer frente a estos desafíos a nivel de pruebas’, señala el texto, calzado por la firma de la directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, quien recomienda ‘pasar de la vigilancia pasiva a la activa trabajando en las comunidades’.
La funcionaria advierte que ‘con 67 millones de africanos con la pauta de vacunación completa, lo que equivale sólo al 4,9 por ciento de la población del continente, cientos de millones de personas siguen en situación de vulnerabilidad ante una enfermedad grave y la muerte’.
Añade al respecto que la proximidad de las festividades de fin de año anuncian un probable aumento de los casos de Covid-19 y recomendó a los países del área prepararse para una cuarta ola de la pandemia.
La contradicción entre las estadísticas de los servicios de salubridad de los países subsaharianos y los estimados de la OMS confirman temores de los especialistas sobre un apocalipsis en África por los estragos humanos, económicos y políticos derivados de la pandemia.
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