El mandatario se encuentra desde el 10 de este mes en el Hospital Militar Central de Praga, cuyo director, Miroslav Zavoral, emitió un informe donde considera que Zeman no puede realizar ‘ningún tipo de tareas y el diagnóstico a largo plazo es muy incierto, por lo que su regreso en las próximas semanas es muy improbable’.
Tras conocerse dicha información, el Senado decidió iniciar los debates y procedimientos establecidos en el artículo 66 de la Constitución, el cual prevé el traspaso de poderes al futuro primer ministro y al presidente de la Cámara de Diputados.
Según el jefe de la Comisión, Zdenek Hraba, la Cámara alta del Parlamento deberá aprobar la aplicación de la normativa el 5 de noviembre, en tanto la baja lo hará el día 8 en su primera sesión tras las elecciones legislativas de inicios de octubre.
Zeman, de 77 años, debía ordenar la formación de Gobierno tras los comicios, pero su delicado estado de salud se lo impidió.
De acuerdo con los estatutos, su inhabilitación debe ser aprobada por mayoría en las dos instancias del Parlamento y el líder de la Cámara de Diputados deberá designar al próximo jefe de Gobierno.
Esta jornada, la Policía checa anunció el inicio de una investigación sobre posibles violaciones durante la hospitalización del mandatario.
Medios locales indicaron que pudiera tratarse de que el jefe de la oficina del Presidente, Vratislav Mynar, ocultara la gravedad de Zeman y divulgara documentos supuestamente firmados por él cuando no podía hacerlo.
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