Mientras persiste en el Congreso el debate sobre el monto del proyecto de beneficio social, impulsado por el presidente Joe Biden, muchos como Ocasio-Cortez aseguran que la factura para financiar ese plan debe pasarse a los más afortunados con un aumento de la carga fiscal para ellos en correspondencia con sus ganancias.
El paquete de inversiones sociales, valorado en 3,5 billones de dólares, es una de las propuestas económicas claves de la agenda del presidente Joe Biden y se encuentra estancada en el Congreso debido a las divisiones internas de los demócratas entre otras cuestiones por la forma de financiarlo.
Una encuesta del portal Vox y Data for Progress, realizada del 8 al 12 de octubre, reveló que el 71 por ciento de los votantes apoya aumentar los tributos fiscales al dos por ciento más rico de los estadounidenses y a las grandes corporaciones del país para sufragar esos gastos.
De acuerdo con el sondeo, el 86 por ciento de los demócratas y el 50 por ciento de los republicanos apoyaron la idea en aras de conseguir la plata necesaria para el proyecto que incluye medidas destinadas a disminuir el impacto del cambio climático, programas educativos y de salud, entre otros.
Esa postura mayoritaria está en sintonía con los resultados de otra investigación reciente, la cual mostró que la riqueza de los multimillonarios estadounidenses creció más de dos billones de dólares durante la pandemia de Covid-19, uno de los signos más inquietantes de la desigualdad en este país.
Según advirtió el sitio inequality.org, la bonanza de los acaudalados contrasta con los 89 millones de ciudadanos que perdieron sus trabajos durante la emergencia sanitaria, los más de 44,9 millones que contrajeron la Covid-19 y los más de 724 mil muertos a causa de la enfermedad.
En ese contexto, es lógico el fuerte apoyo a la idea de incrementar la carga tributaria de los más adinerados luego de que bajo el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021) se aprobaran grandes exenciones fiscales para aquellos con los bolsillos más abultados, coinciden analistas.
A la par, más de 60 organizaciones enviaron una carta al Congreso en la cual expresaron su preocupación sobre la necesidad de que se graven adecuadamente a los multimillonarios.
En Estados Unidos actualmente quienes poseen grandes fortunas tributan solamente alrededor de ocho por ciento de sus ganancias, una cifra por debajo de la estipulada para contribuyentes de ingresos medios, entre ellos los maestros, enfermeras y bomberos.
Un análisis divulgado en el sitio web de la cadena CNN advierte que a la baja carga tributaria de los multimillonarios se suma muchas veces la evasión fiscal, lo cual perjudica al resto de los ciudadanos.
Cuando los ricos pagan tasas más bajas, el costo de los servicios públicos como la educación, infraestructuras, defensa y protección del medio ambiente, por ejemplo, recae sobre los de menos recursos, refiere el citado medio.
En resumen, aproximadamente el 80 por ciento de los estadounidenses -según un estudio del Pew Research Center- están molestos porque los ricos y algunas empresas no pagan ‘lo que sería justo’.
De no reformar el sistema tributario y evitar el desvío de dinero hacia paraísos fiscales, será imposible para Estados Unidos invertir en programas sociales y la brecha de la desigualdad permanecerá aún por mucho tiempo.
oda/avr/cvl