Al intervenir en la Audiencia General semanal en la continuación del ciclo de catequesis sobre la carta del apóstol Pablo a los Gálatas el sumo pontífice señaló que la pandemia enseñó ‘que nos necesitamos unos a otros’, pero, apuntó, no basta saberlo sino elegirlo como el camino de cada día.
Digamos y creamos que los demás no son un obstáculo a mi libertad sino la posibilidad para realizarla plenamente, porque nuestra libertad nace del amor a Dios y crece en la caridad, indicó Francisco al centrar su reflexión en el tema ‘La libertad se realiza en la caridad’.
Tras expresar que una de las concepciones modernas más difundidas sobre ese concepto es que ‘mi libertad termina donde comienza la tuya’, el papa dijo que ese es un enfoque individualista y advirtió que ‘la dimensión social es fundamental para los cristianos’ pues ‘les permite mirar al bien común y no al interés privado’.
La libertad guiada por el amor es la única que libera a los demás y a nosotros mismos, sabe escuchar sin imponer, amar sin forzar, construye y no destruye, no explota a los demás para propias conveniencias y les hace el bien sin procurar el beneficio propio, precisó.
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