Por mucho que el problema en Myanmar sea local y nacional, tiene un impacto en la región, y también debemos reconocer las preocupaciones de los otros nueve estados miembros, dijo el funcionario en un diálogo virtual.
En su opinión, el bloque debería hacer un ‘examen de conciencia’ sobre su política de no interferencia, dado el deterioro de las condiciones en Myanmar, donde más de mil civiles han muerto en la represión de manifestaciones desde el 1 de febrero.
No podemos usar el principio de no injerencia como un escudo para evitar que se aborden los problemas, añadió Saifuddin.
El grupo de 10 miembros hizo el viernes pasado un movimiento sin precedentes para excluir al líder de la junta de Myanmar de una próxima cumbre regional, debido a la falta de progreso en un plan de paz acordado en abril.
La decisión, que según las fuentes fue impulsada por Malasia, Indonesia, Singapur y Filipinas, fue un paso poco común para la Asean, que tradicionalmente ha favorecido el consenso y el compromiso sobre las críticas a los países miembros.
Sin embargo, Saifuddin comentó que la no interferencia había contribuido a la incapacidad de la organización para tomar decisiones efectivas rápidamente y sugirió un movimiento hacia una nueva política de compromiso constructivo o no indiferencia.
Esta semana, un enviado del bloque pospuso su visita a Myanmar, principalmente porque no se le permitiría entrar con contacto con personas opuestas a la junta militar gobernante.
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