Según los organizadores de la muestra, para ver las películas de manera presencial resulta obligatorio presentar una prueba de vacunación antiCovid-19.
El evento solo acepta una dosis de la vacuna. Si la segunda se retrasa, la persona no podrá entrar.
Además, el uso de mascarillas dentro de las salas también forma parte de los protocolos sanitarios adoptados contra el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
El intervalo de media hora entre sesiones se añadió al programa para que los equipos puedan limpiar las salas antes de recibir a un nuevo grupo de personas.
Con la participación de 76 países, el programa incluye 264 títulos que se dividieron en cinco categorías: Presentación Especial (13), Concurso de Nuevos Directores (122), Muestra de Brasil (17), Perspectiva Internacional (105) y Retrospectiva (siete).
Todas ellas se proyectarán en formato presencial, pero solo una selección de 129 obras, algo menos de la mitad, podrán verse en formato virtual.
De todas las películas seleccionadas, 60 fueron anteriormente premiadas en festivales de cine internacionales como Compartment número seis, una coproducción de Finlandia, Alemania, Estonia y Rusia, ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de este año.
La edición también cuenta con 38 producciones exclusivamente brasileñas y 12 coproducciones en las que participa el país.
Uno de los platos fuertes será la proyección del documental estadounidense Summer of Soul (Verano del Soul), premiado en el Festival de Cine de Sundance, en el recién reabierto Vale do Anhangabaú, y el filme brasileño Bob Cuspe, no nos gusta la gente, en el Vão Livre do Masp.
Ambas proyecciones serán gratuitas y estarán abiertas al público, al tiempo que como novedad en el circuito de exposiciones aparece el Museo de la Inmigración de Sao Paulo, en el distrito de Mooca.
Las sesiones de cine forman parte de una colaboración entre la muestra y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para tratar el tema del ‘desplazamiento forzado’.
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