Al intervenir en el acto por el Día Mundial del Ahorro 2021, el gobernador de la Banca de Italia subrayó el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) más allá de lo esperado, con un pronóstico de crecimiento de alrededor del seis por ciento este año, acompañado por una reducción de su relación con la deuda pública.
En tal sentido, indicó que es todavía un escenario muy dependiente del mantenimiento de un apoyo sustancial por parte de las políticas económicas del gobierno las cuales, a diferencia de la etapa de emergencia, pueden ser más específicas y dirigidas a estimular la oferta.
Tras apuntar que ‘se trata de acontecimientos que inducen a pensar en un cauto optimismo sobre la velocidad de salida de la crisis’, Visco dijo que pesan todavía riesgos de naturaleza global vinculados, en particular, con la demora en la vacunación en países emergentes y en vías de desarrollo.
Asimismo, mencionó otras amenazas en el área euro como dificultades en el suministro de materias primas y bienes intermedios como consecuencia, en parte, a la rapidez de la recuperación, con fuertes aumentos en los precios de la energía, en particular el gas.
Por otra parte, llamó la atención sobre la necesidad de lograr un aumento del PIB superior al del período previo a la pandemia, cuando Italia trataba de recuperarse de la doble recesión provocada por la crisis financiera global y la de las deudas soberanas, precedido por un largo período de escaso crecimiento.
Al respecto, recordó que entre 2007 y 2013 la economía italiana sufrió una contracción de 8,5 por ciento, mientras que en 2019 el PIB era aún casi cuatro puntos porcentuales inferior al de 2007.
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