El aumento en el número de fallecidos pese a las restricciones que aun rigen en el país para contener la enfermedad motivó a los aprensivos, que ahora se apresuran a inocularse contra el SARS-CoV-2, causante de la dolencia.
La desconfianza desaparece y las personas apuestan por su seguridad, declaró a la prensa local Alina Mosoi, portavoz de la Autoridad Nacional de Vacunación.
Rumanía muestra números que la ubican segunda en el negativo indicador que refleja el porciento de población no inmunizada dentro de la Unión Europea.
En ese contexto las autoridades sanitarias nacionales esperan aprovechar el impulso del proceso de vacunación con la puesta en marcha de seis grandes centros en esta capital, que comenzarán a operar desde el lunes próximo las 24 horas del día.
Por otra parte el aumento de los ingresos hospitalarios provocados por el cuarto rebrote de la pandemia provocó el colapso de muchas de esas instituciones, que atienden a los pacientes graves en los pasillos y suspendieron todas las hospitalizaciones no esenciales.
Esa situación obligó a las autoridades a solicitar ayuda a la vecina Hungría, donde decenas de enfermos rumanos reciben el tratamiento debido al colapso sanitario nacional.
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